Prevención al estar embarazada
Durante siglos, se acusaba injustamente a algunas mujeres de que «no podían dar a luz a niños» cuando solo daban a luz bebés niñas. Sin embargo, el sexo se determina durante el momento de la concepción por el esperma y no por el óvulo. A diferencia del óvulo, que solo contiene cromosomas X (hembras), los espermatozoides pueden contener cromosomas X o Y. Los espermatozoides pueden fertilizar el óvulo (que siempre es X) y generar un individuo XY, que es un varón.
En el embarazo, las defensas inmunológicas se vuelven más tolerantes: esto significa que el sistema inmunitario, para «aceptar» al feto, debe ser menos reactivo contra los cuerpos extraños, lo que también significa menos eficiente como defensa. Esto, combinado con la presión del útero sobre la vagina y la vejiga, y los desequilibrios hormonales, expone a las mujeres a un mayor riesgo de infecciones vaginales, las cuales pueden resultar muy peligrosas ya que pueden conducir a un parto prematuro. ¿Y entonces qué? La higiene íntima diaria con buenos productos capaces de proteger activamente a la mujer del riesgo de infecciones es imprescindible.
¡Vaya si lloramos durante el embarazo! A veces de alegría... pero no siempre. La mezcla explosiva de hormonas, el aumento de la sensibilidad, las preocupaciones del día a día y, en ocasiones, el miedo al parto y el hecho de no poder manejarlo, hacen que las mujeres sean más susceptibles a los trastornos del estado de ánimo y les entre ganas de llorar sin una razón aparente. Si te emocionas al ver una película, incluso sin una razón o por la menor discusión con tu pareja, ¡no te preocupes! ¡Estás embarazada y se te perdonará todo!.