¿Qué es una infección por hongos y cuáles son los síntomas?
Candida albicans es un hongo de tipo levadura que siempre está presente en el medio vaginal y también en el intestino en pequeñas cantidades. Una infección por hongos describe una situación en la que el crecimiento de Candida aumenta en tal cantidad que interfiere con el funcionamiento normal del ecosistema vaginal.1
Las estadísticas sugieren que tres cuartas partes de todas las mujeres experimentarán una infección por hongos en algún momento de sus vidas2. Para aquellas que ya la han experimentado antes, los síntomas de infección por hongos son fácilmente reconocibles. El síntoma principal es una fuerte sensación de picor que puede ser extremadamente incómoda y molesta. El picor suele ir acompañado de una secreción de aspecto lechoso o de suero de queso, junto con dolor que puede causar una sensación de ardor al orinar e incomodidad durante las relaciones sexuales. Las infecciones por hongos pueden transmitirse a las parejas
sexuales, por lo que, si tienes una infección, lo mejor es consultar a tu ginecólogo para evitar su trasmisión y reaparición.
Las infecciones por hongos son transmisibles, pero no están clasificadas como enfermedades de transmisión sexual porque también pueden ocurrir sin una vida sexual activa2. Por otra parte, los antibióticos son a menudo el desencadenante de una infección por hongos porque matan las bacterias protectoras (Lactobacilli) de la vagina e interrumpen su delicado equilibrio, permitiendo que el hongo crezca de manera descontrolada. Las infecciones por hongos también pueden ser más comunes en
mujeres embarazadas, debido a los altos niveles de estrógeno que conducen a un alto nivel de glucógeno (alimento para bacterias y levaduras), y en mujeres que toman anticonceptivos orales2.
Tratamiento para infecciones por hongos
Prevención de las infecciones por hongos
Después de recuperarte de una infección grave, tu prioridad será protegerte contra infecciones futuras. El hongo crece mejor en ambientes cálidos y húmedos, por lo que reducir los niveles de humedad en el área de la ingle puede ayudar a prevenir que la Candida crezca fuera de control. Usa ropa interior de algodón limpia, ya que esto permite que tu piel respire, y evita la ropa sintética ajustada que pueda atrapar y retener la humedad. Practica una buena higiene en tu área genital lavándola con agua y productos especialmente diseñados para el cuidado íntimo femenino, que proporcionen una actividad antimicrobiana natural y restableciendo un pH ácido fisiológico. Evita los detergentes agresivos y productos perfumados, ya que pueden causar irritación y propiciar el crecimiento del Candida.1