
Olor vaginal, ¿normal o no?
Existe un mito común de que la vagina tienen un fuerte olor. En realidad, lo normal es que la vagina tenga un olor suave y neutro, no fuerte ni desagradable. La presencia de un fuerte olor puede ser un signo de infección u otro problema que afecte al área.
Una vagina normal y sana es un ecosistema notablemente bien equilibrado con un mecanismo efectivo de autodefensa. A diferencia de otras partes del cuerpo, que sufrirían sin un lavado regular, la vagina rara vez necesita atención y solo experimenta problemas ocasionales. Al igual que la piel y la boca, la lubricación natural y la humedad de la vagina le dan un ligero olor que, al igual que el olor a saliva o sudor fresco, es distintivo sin ser demasiado molesto. El olor femenino puede cambiar ligeramente o hacerse más fuerte durante la excitación sexual y durante el período, de una mujer, pero eso también es normal. Con esto en mente, las mujeres pueden ocasionalmente experimentar un fuerte olor (a menudo descrito como un olor "a pescado") de la vagina, que generalmente se acompaña de otros síntomas como sensación de ardor o prurito y secreción espesa .Esto es probablemente un signo de infección u otro problema y es una buena razón para visitar a su médico y averiguar la causa.1 El olor femenino o la orina con olor a pescado son signos comunes de enfermedades de transmisión sexual, por lo que si eres sexualmente activo, puede ser una buena idea hacerse la prueba.
Hacer frente al olor vaginal
Una buena higiene previene el olor
Una buena higiene íntima es una excelente manera de asegurarse de que los olores no son inusuales o fuertes. Puedes lavar la vagina con agua corriente una vez al día con un limpiador íntimo de higiene especialmente formulado para el cuidado femenino. Evita el uso de productos altamente perfumados en esta área, ya que esto puede provocar irritación o empeorar el problema. Una medida obvia para una buena higiene es cambiar la ropa interior regularmente y elegir fibras naturales como algodón o seda sobre fibras sintéticas. Los materiales naturales permiten la ventilación y previenen acumulaciones de sudor o humedad que fomentan el crecimiento de de bacterias o levaduras.2